diumenge, 20 de juny del 2010

El vuelo de los gansos









El próximo otoño cuando veas a los gansos dirigiéndose hacia el sur para el invierno, fíjate que vuelan formando una V.

Tal vez te interese saber lo que la ciencia ha descubierto acerca del porqué vuelan en esa forma. Se ha comprobado que cuando cada pájaro bate sus alas, produce un movimiento en el aire que ayuda al pájaro que va detrás de él. Volando en V la bandada aumenta por lo menos un 71% más de su poder que si cada pájaro volara sólo.

Las personas comparten una dirección común y tienen sentido de comunidad. Pueden llegar a donde deseen más fácil y rápidamente porque van apoyándose mutuamente.
Cada vez que un ganso sale de la formación siente inmediatamente la resistencia al aire , se da cuenta de la dificultad de hacerlo sólo y rápidamente  regresa a su formación para beneficiarse del poder del compañero de adelante.

S i nosotros tuviéramos la inteligencia de un ganso nos mantendríamos con aquellos que se dirigen en nuestra misma dirección.

Cuando el líder de los gansos se cansa, se pasa a uno de los puestos de atrás y otro ganso toma su lugar. Obtenemos mejores resultados si tomamos turnos haciendo los trabajos más difíciles.

Los gansos que van detrás graznan (producen el sonido propio de ellos) para alentar a los que van adelante a mantener la velocidad. Una palabra de aliento produce grandes beneficios.

Finalmente, cuando un ganso se enferma o cae herido por un disparo, otros gansos se salen de formación y lo siguen para ayudarlo y protegerlo. Se quedan acompañandolo hasta que esté nuevamente en condiciones de volar o hasta que muera , y sólo entonces los dos acompañantes vuelven a su bandada o se unen a otro grupo. 

Si nosotros tuviéramos la inteligencia de un ganso nos mantendríamos uno al lado del otro apoyándonos y acompañándonos…

dimarts, 15 de juny del 2010

Queda prohibido


Queda prohibido llorar sin aprender,

levantarte un día sin saber que hacer,
tener miedo a tus recuerdos.
Queda prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar por lo que quieres,
abandonarlo todo por miedo,
no convertir en realidad tus sueños.
Queda prohibido no demostrar tu amor,
hacer que alguien pague tus deudas y el mal humor.
Queda prohibido dejar a tus amigos,
no intentar comprender lo que vivieron juntos,
llamarles solo cuando los necesitas.
Queda prohibido no ser tú ante la gente,
fingir ante las personas que no te importan,
hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,
olvidar a toda la gente que te quiere.
Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo,
tener miedo a la vida y a sus compromisos,
no vivir cada día como si fuera un último suspiro.
Queda prohibido echar a alguien de menos
sin alegrarte, olvidar sus ojos, su risa,
todo porque sus caminos han dejado de abrazarse,
olvidar su pasado y pagarlo con su presente.
Queda prohibido no intentar comprender a las personas,
pensar que sus vidas valen más que la tuya,
no saber que cada uno tiene su camino y su dicha.
Queda prohibido no crear tu historia,
no tener un momento para la gente que te necesita,
no comprender que lo que la vida te da, también te lo quita.
Queda prohibido no buscar tu felicidad,
no vivir tu vida con una actitud positiva,
no pensar en que podemos ser mejores,
no sentir que sin ti este mundo no sería igual.



Fragmento extraído de un poema atribuido a Pablo Neruda
Ilustración de Mónica Calvo

dilluns, 14 de juny del 2010

Luna Roja, Miranda Gray


(...)

-Mi nombre es Artemisa, la mujer del Arco Brillante –dijo la joven, y echó la cabeza hacia atrás-. Soy una de las diosas vírgenes.

Eva notó que alrededor del cuello llevaba un cordón de cuero del que pendía una diminuta figura de un falo.

-Se ha escrito mucho acerca de las diosas vírgenes, y también se ha esperado mucho de la virginidad.- Hizo una pausa y luego se inclinó para tocar el vientre de Eva-. Tú eres virgen en el sentido moderno del término, mientras que yo soy virgen tal y como se entendía en la antigüedad. Soy una mujer que sólo se ocupa de sí misma; soy independiente, segura y consciente de mi persona. Celebro la vida a través de mis acciones y estoy completa. Represento la etapa del ciclo menstrual anterior a la liberación del óvulo; no soy fértil y en consecuencia no creo vida. Soy yo misma y mis energías son mías.

Artemisa tocó el falo que llevaba en el cuello y sonrió.

-No soy célibe; disfruto de la sexualidad de mi cuerpo y estoy completa sin tener la necesidad de casarme ni tener hijos.

(...)

divendres, 11 de juny del 2010

Antes muerta que sumisa, Sandra Rojas


Aún a riesgo de que parezca que pretendo dar lecciones, sigo diciendo lo que pienso. Ese es uno de mis “chips”. Considero que cuando nos sentimos molestas con alguien tenemos que mirar qué nos molesta de nuestra propia actitud. No es fácil, pero es un ejercicio vital ya que colocar el origen de la molestia únicamente en otras personas aunque es muy sencillo de resolver oculta raíces de otros conflictos.

No es la primera vez que me dicen que yo defino, decido, administro o manejo los hilos de las relaciones que me unen a otras personas. Lo escucho de la mejor manera posible sin dejar de pensar que entonces esa misma persona que me lo dice se trata como un simple objeto sin voluntad ni decisión.

dissabte, 5 de juny del 2010

Los usos del placer, Luís Alberto Miranda



Foucault fue un hombre comprometido con el discurso y con los grandes temas de su época y empeñó su vida en la búsqueda de sus propias razones. 

En 1984 Foucault publicó el segundo volumen de la historia de la sexualidad con el título Los usos del placer. En este libro, nos lleva de regreso a la cultura de la antigua Grecia y a explorar la manera en la cual los filósofos y los doctores consideraban normas de conducta para la actividad sexual. Los textos de ese tiempo ya establecían a los individuos como sujetos éticos, a través de afirmar que cada uno debería cuestionarse sus prácticas sexuales. Hay una continuidad  con la era moderna y ciertamente estos temas persisten aún hoy. Para platón (427-327 AC), la práctica sexual era vista como algo normal aunque en las leyes de entonces se afirmaba que el sexo entre hombres no era natural, pero no constituía un juicio moral ni implicaba ninguna restricción o algo parecido. Era una simple nota al margen. Se refería, más bien, al hecho de que abusar en exceso de la sexualidad no era bueno. “El sexo asegura la procreación y aunque no es malo en sí mismo, abusar en exceso de su práctica puede descarriar a las personas”, eso pensaban y encaja perfectamente en la idea griega del “justo medio” que proclaman para todas las actividades humanas.